¡Hola Feriantes!
Si al pensar en Corea del Sur solo te vienen a la mente marcas como Samsung, Hyundai y LG, es hora de actualizarte. La hallyu, o «ola coreana», es un fenómeno cultural y socioeconómico que ha dado lugar a una serie de marcas emergentes, conocidas como K-brands, que están arrasando a nivel doméstico y global. En este Rebujito, te revelo los secretos detrás de su éxito.
Todo comenzó en 1994, cuando un informe presidencial de un asesor señaló que una sola peli taquillera, Jurassic Park, había generado beneficios equivalentes a vender 1,5 millones de coches Hyundai. El presidente Kim Young-sam decidió transformar su Corea del Sur, alejándose de la producción de bienes funcionales de gama media, sobre los cuales su país había construido su ventaja competitiva, para convertirse en un líder cultural global.
Los esfuerzos a lo largo de los años hicieron que el presupuesto de su Ministerio de Cultura en 2022 superara en un tercio al equivalente en Francia. Nuevas agencias gubernamentales potenciaron las inversiones extranjeras como la de Netflix, que ha dado su mejor fruto con el Juego del Calamar.
El mayor lanzamiento de la historia de Netflix se suma a películas aclamadas como Parásitos o a los grupos de K-pop que son megaestrellas internacionales, las marcas de K-beauty que van en aumento generando ingresos brutales o la cuarta industria del gaming más grande del mundo. Las K-brands están de moda y según el experto David Dubois, todas siguen la misma receta. Aquí van sus ingredientes.
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